El valor de la primera infancia

La primera infancia es un período que se extiende desde el nacimiento hasta los seis años abordado por la educación maternal e inicial. Esta primera etapa desempeña un papel clave en los procesos del desarrollo, donde se sientan las bases de todo aprendizaje posterior.

Apostar a la primera infancia es asumir el compromiso de potenciar las capacidades cognitivas, sociales y emocionales fundamentales para el crecimiento de todas las personas.

Es en estos primeros años de vida en los que el cerebro humano se desarrolla más rápidamente. Tan así, que durante los primeros mil días, casi 1.000 células cerebrales pueden conectarse cada segundo, un fenómeno que no vuelve a repetirse. Estas conexiones son, además, la base sobre la que se asientan la salud mental y física, la adquisición de diversas competencias y la capacidad de adaptarse.

Para lograr ese desarrollo, los más pequeños necesitan crecer en un ambiente estable, que facilite la buena salud y la nutrición, que los proteja y les ofrezca múltiples experiencias de aprendizaje a una edad temprana. Un desarrollo infantil adecuado depende en gran medida del cuidado y la interacción cariñosa y sensible de la familia y la comunidad educativa.

Nuestra institución ofrece una propuesta educativa habilitada por ANEP desde los tres meses de edad, enfocada en cubrir las necesidades de las familias en esta etapa tan significativa.

En Maternal crecemos juntos

Miramos a cada niño como un ser único e irrepetible, con sus particularidades, estimulando el desarrollo para que sea integral y armónico, a partir de vínculos afectivos seguros, que le permitirán apropiarse de experiencias enriquecedoras. La regulación emocional y el bienestar físico van a ser amortiguadores y pilares de los procesos de aprendizaje.

Para ello creamos entornos que aseguren su bienestar. Espacios preparados especialmente para explorar y conocer el mundo.

Los docentes especializados en Primera Infancia están disponibles y a la escucha de las necesidades e intereses de los niños, acompañando así los procesos de aprendizaje, para que los mismos sean significativos. La estimulación oportuna en este momento de la vida va a determinar el desarrollo adecuado del cerebro y los logros posteriores.
‍
Entendemos la alianza familia-institución como un pilar imprescindible en esta etapa de la vida de gran sensibilidad e importancia.